domingo, 15 de agosto de 2010

Aprender del desamor

Todos sabemos que es el amor, ese maravilloso sentimiento que nos enaltece el alma y nos hace ser felices, el amor que da, que crece en cada dar, ese desinteresado, ese que renuncia a todo, ese que es mágico, bueno, desapegado, el amor sublime y verdadero.

Pero y el desamor? es acaso el desamor la antítesis del amor? El desamor está compuesto de vacio, de lágrimas, de tristes caminos, el desamor es eso que nos agobia el ser, nos llena de soledad, de nostalgia. Es esa sensación de abandono, es sentir que no significamos nada para el "otro ", sea pareja, padres, hermanos, amigos, etc...

Solemos leer sobre el desamor entre parejas, es el más común, sobre el que más se ha escrito, pero ...sobre el desamor entre padre e hijos, desamor entre hermanos, entre amigos, es acaso que ese desamor no merece consideración?

Hoy deseo reflexionar sobre el desamor, sobre ese personaje que alguna vez se instala en nuestras vidas, haciéndonos sentir desolados. 

Hay personas que a pesar de convivir con otras nunca llegan a desarrollar o sentir afecto por ellas, son personas que traen instalado el desamor en sus almas, que son incapaces de amar y de dar con sinceridad y entrega, de éstas conozco varias, las he visto de cerca, y es lo que ahora me hace reflexionar sobre ello.

Andando éste camino del despertar, he aprendido a mirar éstas situaciones desde otro punto de vista, el de la evolución y del aprendizaje, pero aún asi sigo teniendo algunas dudas al respecto.

Cuando somos objeto de desamor, sentimos que no podemos entender por qué no sucede eso a nosotros? qué pasa que no nos aman? qué hemos hecho para que eso suceda? sobre todo en casos que no son de parejas.

Un niño que siente que no es amado por sus padres por ejemplo, ese niño crecerá siendo objeto del desamor, un desamor manifestado en la falta de atención, de afecto, de muestras de cariño, quizá esos padres en su afán de querer parecer ante la sociedad que son unos padres modelos, llenen a ese niño de regalos y objetos caros, y con eso calman su conciencia, pero es que el amor no tiene precio, el amor no se compra, ni se sustituye con regalos, la presencia y el amor de unos padres vale más que mil regalos juntos.

Qué hace un niño en medio de su soledad y tristeza, rodeado de hermosos presentes?  

Asi va creciendo un vacio en el alma de ese niño, un vacio que lo acompañará hasta su vida adulta, un vacio que traerá problemas seguramente, algunos logran superarlos, sobreponerse al desamor, pero otros no, nunca se sobreponen al abandono, al dolor, a la soledad provocada por sus seres queridos, los espíritus frágiles sobre todo son más propensos a permanecer anclados en esa angustia existencial.

Hay personas causantes del desamor, que no tienen conciencia de lo que hacen con sus actos, no saben cuánto daño pueden estar haciéndole a un hijo, a un hermano, a un padre o madre. No me referiré al desamor de pareja en ésta reflexión, sobre ello hay mucho material escrito, me referiré a ese desamor familiar, al desamor entre padres e hijos ( sean hijos propios o no) , entre hermanos.

Cuando me refiero a que no tienen conciencia de lo que hacen, es que no pueden vislumbrar el daño de sus acciones, no son capaces de verlo, actúan guiados por el Ego, por el egoismo, por sentimientos mezquinos y negativos,  Algunas veces porque son demasiado jóvenes y aún no han vivido experiencias que les ayuden a madurar  y a comprender el daño que infringen, y otras veces porque su ego está tan arraigado y su egoismo tan elevado que nunca llegan a concientizar el daño que hacen. Además en algunas ocasiones son personas que no son capaces de sentir amor, a veces son personas que vienen de vivir situaciones de desamor a su vez, un hombre que no fue amado por su padre y abandonado por el mismo, puede convertirse a su vez en abandonador de sus hijos, repetir el patrón, y ustedes podrán preguntarse: Pero no debería ser al revés? que ese hombre justo por haber vivido el desamor de un padre, sea todo lo contrario con sus hijos? 

Parecería que la lógica nos lleva a esa reflexión, pero no siempre es asi, en muchos casos los patrones desviados se repiten,  y los padres ejecutan las mismas acciones o peores  con sus hijos que las que sus padres tuvieron con ellos.

Padres o madres abandonadores de los hijos, esos que los tienen y los dejan tirados, esos que los regalan, esos que los dejan en manos de otros familiares, esos que son duramente criticados por todos.....pero, podemos erigirnos en jueces de esas personas? sabemos a ciencia cierta qué conflictos internos, situaciones , les han llevado a actuar de esa manera? 

Nadie puede tirar la primera piedra, porque nadie está libre de culpas, todos en alguna medida hemos sido creadores del desamor con alguien en nuestras vidas, todos hemos dejado de amar a alguien y ese alguien ha sufrido por nuestro desamor, y a su vez nosotros hemos sido víctimas del desamor también.

LLego a pensar que éstas conductas que nos llevan al desamor, tienen que ver con nuestros aprendizajes en ésta vida, tanto al que produce el desamor como el que es objeto de él. 

Leyendo al Dr. Michael Newton en su libro "La vida entre vidas", he podido comprender muchas cosas, en éste libro el Dr. Newton nos narra como bajo hipnosis sus pacientes han podido regresar a ese espacio de luz que hay entre una reencarnación y otra, y qué es lo que ellos ven y viven allí,  cada persona como sabemos tiene un guía o varios guías que lo acompañan a lo largo de todas sus existencias e inclusive cuando están entre vidas, en el espacio de luz, guías que ayudan a crecer, a evolucionar, a ser mejores, cada alma recibe consejos de sus guías, pero una vez reencarnada, puede ser que esa alma no los cumpla, que se deje absorber por el Ego y eso haga que cometa errores y no avance en su evolución, creo que uno de esos errores puede ser el desamor. 

Ser ejecutor de desamor puede ser uno de esos errores que cometemos las almas cuando estamos reencarnadas, pero al mismo tiempo el haber cometido esos errores nos ayuda a aprender la lección del amor,  porque el desamor no es sino la falta de amor, el no haber sido capaz de amar y dar....y me refiero a ese amor familiar más que todo, porque cuando amamos a una pareja, podemos dejar de amarla, y nadie es culpable por ello, o quizá sí, a veces la culpa es de ambos, a veces de uno solo, pero el amor puede acabarse en relaciones de pareja, y eso no debe considerarse como algo errado, ahora como entender que un padre no ame a sus hijos?  o un hijo no ame a sus padres? es más díficil de entenderlo, pero también es posible que el amor se agote? puede un hijo debido a la conducta de su padre dejar de amarle? y al revés? 

Son preguntas que flotan en el aire y que estoy segura que cada quien tendrá sus propias respuestas.

Dicen que un padre ama a sus hijos asi éstos sean lo que sean o dejen de ser y que el amor por un hijo no se agota en función de sus errores o que no debería agotarse. Pero cuántos padres dicen a un hijo: Estás muerto para mí ! quizá y a pesar de ello sigan amandole en su corazón.  Sin embargo hay veces que puede más el ego y el orgullo que el amor.

Lo cierto es que todos somos almas que venimos a aprender en ésta existencia, en cada vida que vivimos, a veces regresamos a la tierra en un cuerpo determinado sólo para aprender una lección específica, quizá alguna referida al desamor.

Aprender del desamor, es aprender sobre el amor, sobre el amar y cómo hacerlo desde el corazón.
Aprender de quienes no nos aman y nos causan dolor, aprender de cuando somos nosotros los causantes de ese dolor a otros, aprender de la falta de amor, aprender del sufrimiento, del daño, del vacio, aprender desde las lágrimas.

Cuando hayamos aprendido suficiente sobre el desamor , entonces estaremos mejor preparados en cada existencia para  amar sin condiciones, para aceptar y entender, para dar sin reservas ni egoismos, para liberarnos del desamor por siempre y para siempre.

Les dejo un abrazo en la luz,

Dina

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