La esperanza es una palabra larga y muchas veces compleja, larga digo porque se extiende en el tiempo de una espera y compleja porque muchas veces no sabemos cómo aprender a tener esperanza o simplemente hemos perdido la capacidad de creer en ella.
El diccionario de la Real Academia Española nos define la esperanza asi:
"1. f. Estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos.
2. f. Mat. Valor medio de una variable aleatoria o de una distribución de probabilidad.
3. f. Rel. En la doctrina cristiana, virtud teologal por la que se espera que Dios dé los bienes que ha prometido."
Como vemos al hablar de esperanza podemos hacerlo de distintos modos, la esperanza como un estado de ánimo que nos ayuda a creer en que podremos lograr nuestros deseos y la esperanza de la que nos habla la Doctrina Cristiana, como una de las tres virtudes teologales: Fe, Esperanza y Caridad. Obviaremos la definición matemática y aquella definición de la esperanza como promedio de vida.
La esperanza como un estado de ánimo es sobre la que me referiré en éste post. Crecimos escuchando la frase de: "Tienes que tener esperanza, debes confiar en Dios."; vemos entonces como la confianza es un ingrediente fundamental de la esperanza, sobre todo confianza en nosotros mismos y en Dios también, cualquiera que sea el Dios, o mejor dicho el Creador. La desesperaciòn se opone a la confianza, es la antítesis de ella.
Como observamos no podemos desligar la esperanza de estado de ánimo con esa esperanza de confiar en un Creador que nos ayuda, cuida y protege. Al menos es la que he tenido yo en mi experiencia de vida, la esperanza que he aprendido a conocer, no sé si en ustedes habrá sido igual o diferente.
Sea como sea la esperanza va unida a la fe y a la confianza . No se puede tener esperanza sin confiar ni creer. La esperanza cristiana es esa que nos ofrece otra vida, una vida después de ésta y mejor que ésta que conocemos, es la que nos sostiene cuando tenemos un dolor, una desgracia, una mala experiencia, la esperanza de confiar en que el Creador no nos abandonará y que nos dará siempre una mano.
Sin embargo hay personas que no creen en Dios y no obstante pueden tener esperanzas porque creen en sí mismos y en sus capacidades, no necesariamente hay que creer en un Dios para tener esperanza, sin embargo la Doctrina Cristiana denomina ésto como "presunción", se dice que se peca por presunción cuando nos sentimos autosuficientes y no necesitamos a Dios para alcanzar la vida eterna y la salvación que El nos promete, cuando se vive pecando y se cree que antes de morir bastará con convertirse y arrepentirse, etc...
Por eso no es sencillo hablar de esperanza sin imbuirnos en creencias muy personales ya que el que sea muy creyente tachará la falta de creencia en Dios en relación a la esperanza como presunción.
La esperanza como estado de ánimo es ese deseo de sentir que hay posibilidades de lograr lo que deseamos en la vida, y si creo en una fuerza superior, entonces me apoyo en esa fuerza como sostén en la fe. Y decimos frases como éstas: " Yo tengo esperanza, porque sé que Dios no me va a abandonar", " Hay que confiar en Dios, nunca nos deja solos", " La esperanza es lo último que se pierde", " Hay que creer que todo cambiará, no se puede perder la fe", etc....
Y como ven, la esperanza es algo tan esencial en nuestras vidas materiales y en la espiritual también, que es la que nos sostiene en los momentos peores de nuestras vidas. Si perdemos la esperanza perdemos los deseos de vivir.
Al respecto de la esperanza nos decía Voltaire:
"La esperanza es una virtud cristiana que consiste en despreciar todas las miserables cosas de éste mundo en espera de disfrutar, en un país desconocido, deleites ignorados que los curas nos ofrecen a cambio de nuestro dinero"
Pienso que Voltaire se refería a esa vida prometida después de la muerte, la Vida Eterna que nos promete la Doctrina Cristiana. Pero vemos como otros pensadores como Severo Catalina, nos dice de la esperanza lo siguiente:
"La esperanza es un árbol en flor que se balancea dulcemente al soplo de las ilusiones" .
Es decir que las ilusiones tienen que ver con la esperanza, tenemos esperanza porque tenemos ilusiones, o tenemos ilusiones porque tenemos esperanza? Buena pregunta!
Sea como sea, la esperanza alimenta nuestras ilusiones, hacen que perduren, que crezcan y que se mantengan en el tiempo, sin creer o esperar que lograremos realizarlas algún día no sería posible tenerlas.
Decía Alejandro Dumas:
"Creemos sobre todo, porque es más fácil creer que dudar, y además porque la fe es hermana de la esperanza y la caridad"
Entonces cuando dudamos no tenemos fe y si no tenemos fe no hay esperanza. La duda es algo que amenaza la esperanza, si dudamos de nuestra capacidad interior para obtener nuestros sueños , no tenemos esperanza y con seguridad fracasaremos en nuestros intentos. El deseo de lograr lo que queremos es la base principal para que podamos triunfar, recuerden ustedes la Ley de la Atracción, el desear, el querer, el imaginarnos eso que deseamos y soltar ese deseo al Universo es lo que hará que ese deseo se cumpla, pero hay que "creer" en ello, si no creemos no lograremos nada. Es una Ley que se cumple ciertamente.
Cuando creemos que podremos lograr lo que soñamos, deseamos o anhelamos en la vida, y ponemos nuestra fe en ello y nuestros esfuerzos, seguramente lo obtendremos. Se hace necesario vivir ésta vida con esperanza, creyendo en ese mañana, creyendo en lo que deseamos conseguir, no sólo en la otra vida al desencarnar, sino en ésta que conocemos en el mundo material, creemos en la Ascensión de la humanidad a un plano de Luz, sabemos que estamos en ese camino y que cada día vamos cambiando para convertirnos en seres mucho más humanos y nobles, caminamos hacia el Amor, hacia el Amor Universal, y porque tenemos fe, porque creemos y tenemos esperanza es posible lograrlo.
Un hombre sin esperanza, es como una maceta sin flores. Ya nos decía J.W. Goethe:
"Si la mañana no nos desvela para nuevas alegrías y, si por la noche no nos queda ninguna esperanza, Es que vale la pena vestirse y desnudarse? "
La vida tiene que guardar para nosotros cosas hermosas, nuevas alegrías, nuevos retos, compromisos, felicidad, recuerden que siempre después de un mal momento viene un buen momento si creemos en ello y lo luchamos, tenemos que creer que vale la pena vivir, a pesar de todos los dolores y a pesar de toda la desesperación que podamos sentir en algún momento de nuestras vidas, pero vale la pena vivir creyendo en ese mañana donde lograremos nuestros propósitos, nuestros sueños, sólo tenemos que aprender a dejarlos salir con fe y soltarlos en el Universo, él se encargará de hacerlos realidad.
No perdamos la esperanza en nosotros mismos, es la esperanza principal que debemos conservar, creer en nosotros, en que somos capaces, y luego dejar volar nuestras esperanzas sin anclas, luchar por ellas, esforzarnos en lograrlas, porque la esperanza queridos amigos son los sueños que vuelan, son las flores que nacen, son las risas que flotan en el aire, son nuestros niños, es la mirada amorosa, son las manos cálidas que nos tocan, son nuestros deseos que renacen, es el latir del corazón enamorado, es la vida que nos mece y acuna, es el futuro que nos espera.
Ayudemos a conservar la esperanza, hay una frase de Martín Luther King que siempre me ha gustado : "Si ayudo a una sola persona a tener esperanza, no habré vivido en vano" .
Por la esperanza de creer, de vivir, de amar, de ser......por esa esperanza de un hombre nuevo, de una nueva humanidad y un nuevo planeta, seamos portadores de esperanza pero sobre todo, vivamos con esperanza.
Les dejo un abrazo en la luz,
Dina
No hay comentarios:
Publicar un comentario