sábado, 29 de enero de 2011

La reflexión una luz en el camino

Hoy en la mañana amanecí pensando en la reflexión y en lo importante que es para nosotros el acostumbrarnos a hacerla en nuestra vida diaria. 

Pero ustedes se pregutarán no es lo mismo reflexionar que meditar? No, no lo es!

Aunque cuando ambas son procesos mentales, no son iguales. La reflexión es un pensar sobre algo puntual o sobre algo general que va unido a las emociones o a algún hecho en concreto, es esa parada necesaria para evaluar nuestro proceder, examinar lo que hacemos mal o bien, rehacer los caminos si se hace necesario, encontrar una vía de análisis sobre un asunto determinado, es ver con claridad la verdad sobre algo en particular, pero verla con objetividad. La meditación muy al contrario se trata de no pensar, de dejar la mente en reposo, en blanco, de dejarnos fluir al compás de una melodia  o de la llama de una vela, o simplemente cerrando los ojos y dejar que la mente se relaje y no piense en nada que la perturbe, la hacemos para entrar en contacto con esa parte divina de nuestro espíritu o de nuestra alma.

Aquí nos enfocaremos en la reflexión en particular. Leyendo el concepto de la física sobre Reflexión me pareció interesante, dice el concepto que la reflexión en física se refiere al "fenómeno por el cual un rayo de luz que incide sobre una superficie es reflejado.", y si nos detenemos a observar el proceso de reflexión vemos que cuando examinamos un proceso emocional de nuestra vida buscando una salida, o buscando esa luz que necesitamos para avanzar y encontramos esa luz a través de nuestra reflexión, sucede entonces que esa luz que incide en nuestro análisis se refleja luego en nuestra vida diaria, porque nosotros al encontrar una luz en el camino de la reflexión indudablemente esa luz nos iluminará y hará que podamos ver con claridad los pasos a seguir.

Nuestra vida diaría es una vida agitada, porque vivimos en una sociedad convulsionada en eterno cambio, una sociedad vertiginosa, que nos lleva a un ritmo acelerado, donde el tiempo se ha convertido en un artículo de lujo y donde nos parece que no tenemos tiempo suficiente para parar y reflexionar sobre esa vida que llevamos, o sobre algo en particular que nos aflige o preocupa.

A veces pensamos que no entendemos el porqué nos suceden algunas cosas en la vida, y nos sentimos miserables, tristes, desventurados, cuando estamos en otro país lejos de nuestros seres queridos y añoramos nuestra tierra, cuando no logramos obtener con rapidez las metas que nos hemos propuesto, cuando tenemos que enfrentar enfermedades graves o mortales, cuando perdemos el empleo, cuando un ser querido nos abandona, cuando se acaba el amor en una pareja, cuando los hijos no son lo que desearíamos que fueran a pesar de todos nuestros cuidados y consejos, cuando los amigos son falsos y nos demuestran su falta de solidaridad,  etc....tantas cosas que nos agobian, que nos preocupan en el día a día de nuestras vidas, pero a pesar de ello, casi nunca paramos un momento a reflexionar sobre ello y cuando lo hacemos estamos tan ofuscados o entristecidos que no vemos con claridad la luz que siempre está allí brillando para mostranos el sendero.
Y éstas palabras que les escribo me recuerdan a la carta de "El Ermitaño" en el Tarot, como sabemos el Tarot no tiene nada que ver con la magia o la superchería, es al contrario un tratado de sabiduría ancestral transmitido de maestros a discípulos, primero de modo oral y luego escrito, lo crearon las escuelas iniciáticas para transmitir los conocimientos relacionados con el hombre, Dios y el Universo y en cada carta del Tarot hay un mensaje implícito que nos ayuda en nuestro camino de elevación, superación y autoconocimiento. Pues bien la carta de "El Ermitaño" nos presenta en su imagen a un anciano que en su mano lleva una lámpara, que es la luz,  representa la búsqueda de la realización interior y el encuentro con la luz, nos enseña a escuchar la voz interior, descubrir la guía interna que todos tenemos y familiarizarnos con nuestra fuente de sanación.

Cuando reflexionamos entonces con verdadera intención de hallar esa luz interna que nos guie y nos muestre el camino más indicado a nuestros problemas o agobios, debemos encontrar esa luz que lleva El Ermitaño en su mano, también debe hacerse en paz, en soledad interior, con tiempo y calma, sin apuros. Y aquí volvemos al  tiempo que " nunca tenemos", se hace necesario parar y buscar ese tiempo para reflexionar, no puede ser más importante la vorágine de la sociedad que nuestra propia paz interior.

Yo me he preguntado muchas veces haciendo esa parada en la reflexión el porqué de algunas cosas que suceden en mi vida y que no me satisfacen, y sé que es necesario en nuestras vidas que algunas cosas ocurran, porque estamos aprendiendo alguna lección importante para nuestra evolución, recuerden lo que hablabamos del libro de Michael Newton, "Vida entre vidas", de que cuando reencarnamos y venimos a éste mundo material ya previamente hemos elegido la vida que llevaremos y esa elección se hace en base a lo que necesitamos aprender para nuestra evolución, no sé si ustedes crean en ésto pero yo sí!

Pero nosotros hemos olvidado esa memoria anterior, esa que tenemos en nuestra vida entre vidas, y por eso nos es tan díficil poder entender los porqués a tantas cosas que suceden en nuestras vidas, si estamos alejados de nuestra familia porque vivimos en países distantes, entonces algo hay de aprendizaje en esa lejanía que sufrimos, yo muchas veces al abrir mis ojos en la mañana y encontrarme en un país que no es el mio, me digo: "Ay no, sigo en éste país" ,  es como si quisiera abrir los ojos y encontrarme en mi país, observando el cielo azul sobre el mar Caribe y no éste cielo gris y nublado de donde vivo, pero sé que hice una elección de vida y que si el Universo con su maravillosa sincronía me puso en éste camino es porque aquí es donde debo de estar para mi evolución,  a veces pasa que no es para nuestro provecho que ocurren las cosas pero sí para el provecho de nuestros hijos por ejemplo, quizá no sea para mi evolución particular, aunque siempre hay un aprendizaje sin duda, sino que el haber venido a vivir en éste país puede ser por la evolución de mi hija , solo soy un instrumento para el avance espiritual de ella, asi suelen ocurrir también las cosas, pero debemos reflexionar en esos porqués que nos hacemos y buscar con calma y paciencia las posibles respuestas que nos lleven a la luz y a la serenidad.

Hay personas que me han dicho: " Quiero vivir sin darme cuenta, sin pensar, sin reflexionar en nada", y pasan la vida en un corre-corre, viviendo lo que venga sin pensar, sin querer parar para analizar o examinar su vida, pienso que eso es debido al miedo que el dolor de saber pueda ocasionar, entonces lo mejor es aturdirse de trabajo, o de fiestas, de salidas, de actividades que no permitan un momento de parada, de stop en el camino para reconsiderar si lo que hacemos està bien para nuestra evolución o no. Hay miedo en el pensar y saber, por eso se escapa de las situaciones dolorosas, porque al reflexionar tendremos que analizar nuestra conducta, saber qué hicimos mal y saber porqué sucedió, si lo hacemos podremos enmendar los errores cometidos si aún se puede, pero si permanecemos en el escapismo nunca hallaremos la luz que nos indique el camino de la paz y la serenidad interior y viviremos atormentados siempre corriendo y escapando de nosotros mismos.

Asi pues queridos amigos, detenerse para reflexionar con objetividad sobre nuestra vida es un bien necesario que todos debemos practicar  de vez en cuando, hallar las respuestas, tratar de buscar apoyo en nuestros guias espirituales a través del sueño, en fin no podemos vivir en una vorágine de vida, siempre corriendo, siempre en contra del tiempo, si queremos siempre tendremos tiempo para lo que nos haga crecer, sólo si queremos que asi sea.....todo lo demás son excusas que nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos.

Y para finalizar quiero compartir con ustedes éste precioso cuento justamente para reflexionar, que la luz de sus palabras les llegue al corazón.

El Helecho y el Bambú

Un día decidí darme por vencido, renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida.
Fui al bosque para tener una última charla con Dios. 
"Dios", le dije. "¿Podrías darme una buena razón para no darme por vencido?"Su respuesta me sorprendió: "-Mira a tu alrededor", Él dijo.

"Ves el helecho y el bambú?"
"Sí", respondí.
"Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. Les di luz. Les di agua.

El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú.
Sin embargo no renuncié al bambú. En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú.
-Pero no renuncié al bambú." Dijo Él.
"En el tercer año, aun nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié" me dijo.

"En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú."No renuncié" dijo.

"Luego en el quinto año un pequeño brote salió de la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.

Pero sólo 6 meses después el bambú creció a más de 100 pies de altura (20mts). Se la había pasado cinco años echando raíces. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.

"No le daría a ninguna de mis creaciones un reto que no pudiera sobrellevar".

Él me dijo.
"¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces?"
 "No renunciaría al bambú. Nunca renunciaría a ti. "No te compares con otros" me dijo.

"El bambú tenía un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos eran necesarios y hacían del bosque un lugar hermoso".

"Tu tiempo vendrá" Dios me dijo. "¡Crecerás muy alto!"

"¿Qué tan alto debo crecer?" pregunté.
"¿Qué tan alto crecerá el bambú?" me preguntó en respuesta .
"¿Tan alto como pueda?" Indagué.

Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia ambos son esenciales para la vida.

La felicidad te mantiene Dulce,
Los intentos te mantienen Fuerte,
Las penas te mantienen Humano,
Las caídas te mantienen Humilde,
El éxito te mantiene Brillante

Pero sólo Dios te mantiene Caminando.

(Fuente: www.actosdeamor.com) 

Que la luz esté con ustedes, 

Dina 

2 comentarios:

Sunyata dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Luz en Palabras dijo...

Gracias Guzmán por dejarnos las palabras de Krishnamurti, es un gusto saludarte.