Reflexionaba hoy 30 de diciembre sobre lo que ha sido y fue este año 2011 que se acaba mañana. Echar una ojeada atrás es mirar y pensar un poco sobre lo que hemos aprendido a través de las enseñanzas, el sufrimiento, el dolor, el amor, la paz, etc, con cada uno de nuestros hermanos hemos aprendido algo, con los que nos adversan y con los que nos aman.
No hay una sola experiencia que vivamos que no nos deje un aprendizaje, una lección de vida. Pero....debemos intentar que cada lección nos sirva para avanzar en el camino de la superación espiritual y personal. Ser mejores personas debe ser el reto que debamos enfrentar con mayor prontitud, sobre todo considerando que vivimos en un mundo tan convulsionado donde la maldad toma cada día más y más espacio en el corazón de los hombres.
El tiempo pasa, nada es estático, nosotros vamos pasando con el, vamos envejeciendo, nuestro organismo humano va perdiendo facultades pero va ganando experiencias y sabiduría.
Porque es el ciclo natural de la vida, nacer, crecer, envejecer y morir. Pero en el transcurrir de ese ciclo vital está toda nuestra historia personal, la que vamos fabricando con el tiempo, con los años usando este cuerpo material que nos ha sido dado en esta encarnación, pero también traemos nuestras memorias kármicas desde otras vidas anteriores, memorias que nos ayudan muchas de las veces en el avance espiritual.
Es propicio detenernos cada año al finalizar el mismo y echar una ojeada atrás, mirar el camino recorrido, ver los logros y los fracasos, evaluar quienes eramos y quienes somos ahora a punto de entrar en un nuevo año, el 2012.
En mi percepción espiritual y personal, debo decirles que para mí ha sido un año duro, de muchas pruebas y pocas alegrías, pero de muchos aprendizajes y evolución, no hay prueba que no nos ayude a crecer.
Pero debemos prepararnos para recibir el nuevo año con energía positiva, con fe, esperanza, benevolencia, paz y sobre todo amor. Debemos dar nuestros mejores esfuerzos este año que entra para poder cumplir la misión asignada a nuestra alma en nuestro plano. Recordemos que estamos de paso en este plano material con una misión que cumplir, ya sea de ayuda a los demás o de aprender lecciones para nuestra evolución.
Quisiera dejarles un texto que recibí de un amigo en el día de hoy, deseo compartirlo con ustedes, porque creo que será de ayuda para concluir este año con buenas energías y comenzar el venidero del mismo modo.
Paso a dejarles el texto y a desearles de todo corazón un nuevo año lleno de bendiciones, que la luz , la paz y el amor les guien durante el nuevo trayecto de vida a emprender.
"Minutos antes de que finalice el año, es necesario perdonar, transmutar y disolver todo lo negativo del año que se termina.
Si uno celebra lo bueno sin redimir las cosas negativas, tales como odios, rencores y situaciones difíciles que hemos vivido, esa alegría se disuelve fácilmente, y como el Espíritu de la Navidad es una energía de mente y sentimientos tan delicada, se puede esfumar con nuestra negatividad; por eso es tan necesario el Perdón de fin de año.
Como hay personas que se reúnen todos los días de año viejo para recibir al Espíritu Envolvente del que comienza y quieren hacer, en conjunto, la invocación de "El Perdón de fin de año", aquí se la damos:
EL PERDÓN DE FIN DE AÑO
1.- Yo, consciente de mis actos y asumiendo el control de todo lo que "YO SOY", borro de mi subconciente y del registro etérico, todo récord y memoria de cada suceso discordante que haya vivido este año.
2.- Perdono de todo corazón y olvido para siempre, todo disgusto, agravio, deuda, desamor, irritabilidad, agresión, traición, maledicencia y odio que me haya causado cualquier ser humano, situación o cosa.
3.- A todos aquéllos que se hayan ido de mi lado para otro grupo, trabajo, partido o círculo de amistades, los suelto y los dejo ir sin reclamarles nada, dándoles la plenitud de mi amor, para bendecirlos y prosperarlos dondequiera que se hayan ido y donde estén.
4.- Renuncio con toda la entereza de mi ser a todo apego a objetos, situaciones, posesiones y, sobre todo, personas. Declaro que nada ni nadie me ata a nada, y "YO SOY" libre, pero completa y absolutamente libre, para entregarme, ampararme y refugiarme en Dios y solamente Dios, para siempre.
5.- Borro, borro y borro todo aquello que me haya sucedido en este año, que no sea un escalón dentro de mi proceso de Ascensión, y hago desaparecer de mi vida todo obstáculo que me impida volar hacia la libertad, que es el estado natural de mi ser.
6.- Cubro cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes de este año que concluye, con la fulgurante y resplandeciente sustancia de la Llama Violeta, para borrar toda energía mal calificada, y ahora lo envuelvo todo con la incandescente brillantez del Fuego Blanco de la Ascensión.
7.- Libre de personalidad, ego, pasado, memoria y mal karma, entrego mi Corriente de Vida al Servicio Único de La Luz, para que, de ahora en adelante, sólo oiga la Luz, sienta la Luz, vea la Luz, saboree la Luz, huela la Luz y piense la Luz, hasta alcanzar la eternidad.
Tomado del libro: "ESPÍRITU de la NAVIDAD".
Si uno celebra lo bueno sin redimir las cosas negativas, tales como odios, rencores y situaciones difíciles que hemos vivido, esa alegría se disuelve fácilmente, y como el Espíritu de la Navidad es una energía de mente y sentimientos tan delicada, se puede esfumar con nuestra negatividad; por eso es tan necesario el Perdón de fin de año.
Como hay personas que se reúnen todos los días de año viejo para recibir al Espíritu Envolvente del que comienza y quieren hacer, en conjunto, la invocación de "El Perdón de fin de año", aquí se la damos:
EL PERDÓN DE FIN DE AÑO
1.- Yo, consciente de mis actos y asumiendo el control de todo lo que "YO SOY", borro de mi subconciente y del registro etérico, todo récord y memoria de cada suceso discordante que haya vivido este año.
2.- Perdono de todo corazón y olvido para siempre, todo disgusto, agravio, deuda, desamor, irritabilidad, agresión, traición, maledicencia y odio que me haya causado cualquier ser humano, situación o cosa.
3.- A todos aquéllos que se hayan ido de mi lado para otro grupo, trabajo, partido o círculo de amistades, los suelto y los dejo ir sin reclamarles nada, dándoles la plenitud de mi amor, para bendecirlos y prosperarlos dondequiera que se hayan ido y donde estén.
4.- Renuncio con toda la entereza de mi ser a todo apego a objetos, situaciones, posesiones y, sobre todo, personas. Declaro que nada ni nadie me ata a nada, y "YO SOY" libre, pero completa y absolutamente libre, para entregarme, ampararme y refugiarme en Dios y solamente Dios, para siempre.
5.- Borro, borro y borro todo aquello que me haya sucedido en este año, que no sea un escalón dentro de mi proceso de Ascensión, y hago desaparecer de mi vida todo obstáculo que me impida volar hacia la libertad, que es el estado natural de mi ser.
6.- Cubro cada segundo, minuto, hora, día, semana y mes de este año que concluye, con la fulgurante y resplandeciente sustancia de la Llama Violeta, para borrar toda energía mal calificada, y ahora lo envuelvo todo con la incandescente brillantez del Fuego Blanco de la Ascensión.
7.- Libre de personalidad, ego, pasado, memoria y mal karma, entrego mi Corriente de Vida al Servicio Único de La Luz, para que, de ahora en adelante, sólo oiga la Luz, sienta la Luz, vea la Luz, saboree la Luz, huela la Luz y piense la Luz, hasta alcanzar la eternidad.
Tomado del libro: "ESPÍRITU de la NAVIDAD".
Grabad esto en vuestro corazón; cada día comienza en nosotros un año nuevo, una nueva vida. Emerson.
Que la paz y el amor los acompañen siempre,
Dina
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