jueves, 10 de febrero de 2011

El viaje del adiós

Acabo de ver una historia de un chico belga que con 23 años murió el diciembre pasado a causa de un cáncer en los huesos. Mi hija la vió hoy en la escuela y fue ella la que me dijo que la viera.

Una televisora belga filmó sus últimos dìas, lo que pensaba, su relación con sus padres y hermano, y como decidió que le inyectaran un sedante fuerte (no eutanasia), para asi morir sedado (dormido). Así se despidió de sus seres queridos  antes que el Dr le inyectase el sedante. Desde que supo que iba a morir decidió que quería morir en su hogar, no en el hospital.

Antes de morir creó una fundación para recoger fondos contra el cáncer. 

La verdad? no saben cuánto lloré mirando ese video. Me ha dejado el espíritu acongojado.

Lo que más me impactó fue la serenidad con la que enfrentó la muerte, la paz que ví en sus ojos, la luz que reflejaba su mirada, una luz tan blanca, tan intensa, tan grandiosa. Bart tenía una alma que vino con una misión a éste mundo como venimos todos, el haberse podido despedir de todos sus seres queridos, dejar una obra de ayuda a otros en su situación, y aceptar conscientemente que su fin estaba cerca, con esa paz, con esa entrega de espíritu, no sé cómo explicarles lo que percibí de él, es algo tan grande y hermoso que no hay palabras para expresarlo. Definitivamente Bart era y es un espíritu de luz, que cumplió con su misión en ésta tierra.

El ver éste video me llevó a reflexionar una vez más sobre el morir, pero en éste caso sobre el morir conscientes, no todos tienen la fortuna de morir conscientes y poder despedirse de sus seres queridos, el poder escoger dormirse para asi pasar desde el sueño al otro plano, es una buena elección sobre todo si estamos seguros que no hay esperanzas de curación, además de no sentir dolor físico.

Nosotros no podemos escoger conscientemente el modo en que terminaremos nuestra vida en éste plano ( a menos que padezcamos una enfermedad terminal) , hay un plan divino trazado para nuestra existencia terrenal, pero si hacemos caso a lo que nos cuenta el Dr. Newton en su libro "Vida entre Vidas",  cada alma antes de venir a encarnar escoge la vida que desea vivir, y hasta puede ver como en una película esa vida e incluso la forma de muerte, si necesitamos aprender alguna lección seguramente escogeremos la vida que nos permita aprenderla y también la muerte que corresponderá a esa vida.

Todos tenemos miedo a la muerte, hablar de morir es algo que causa cierta angustia, preferimos no hablar de eso, olvidarla, porque aunque sabemos que somos seres finitos y mortales, nuestra condición humana no quiere aceptar que el morir es una de las dos caras de una misma moneda. Por un lado la vida y por otro la muerte.

Creo que nadie puede explicar o saber qué se siente al morir en un estado consciente como el chico que les menciono, tan consciente que nos podemos despedir de toda la familia, hay una parte del video donde vienen los abuelos a verlo, el mismo día en que le inyectarían el sedante, los abuelos lo abrazan, lo besan, y el abuelito le dice al oido: "Pronto nos volveremos a ver, yo seré el primero en verte", están los dos parados en el salón de la casa, porque el chico caminaba, hablaba, todo normal, o casi normal considerando su condición de enfermo,  cuando el abuelito le dice eso, el chico responde: "Seguro" .

Esa conversación de despedida entre el abuelo y el nieto, es de gran valor espiritual,  esa frase de "Pronto nos volveremos a ver", denota que ambos creían en una vida después de ésta, en un reencontrarse en otro plano, un encuentro de almas, yo también lo creo asi, volveremos a encontrarnos, veremos a nuestros seres queridos en ese otro plano al dejar éste mundo material.

Será una despedida transitoria, porque sabemos que la vida del alma trasciende éste plano y sigue viva en otro, ese otro que no es sino nuestro hogar del cual venimos y al cual volveremos al dejar éste mundo.

Pienso que debemos prepararnos para aceptar la muerte con dignidad y serenidad, aunque el dolor no podemos dejar de sentirlo, me refiero al dolor emocional, sí podemos sentirnos en cierto modo más tranquilos si creemos que la muerte es sólo una transformación,  el paso a otro estado de vida, un cambio, si creemos que hay algo más allá que nos espera y que además es bueno. Si tenemos esa convicción el temor a pasar ese trecho de transición será menor. 

Entiendo que algunos pudieran pensar que no estamos preparados como para aceptar la muerte con tranquilidad,  pero pienso que si se trata de una enfermedad larga como el caso del chico que les menciono, nos vamos haciendo la idea poco a poco de que esa persona o nosotros nos vamos a marchar, y eso en cierto modo nos ayuda a prepararnos para el momento final.

Ahora bien cuando la muerte nos sorprende de pronto, que no la esperabamos, entonces el impacto es fuerte, duro y nos deja desarmados y confusos.

Sé que éste tema del adiós definitivo es un tema fuerte, sé que todos tenemos temor interior a ese momento, no sólo al nuestro sino al de nuestros seres queridos, pero hay una realidad que no podemos evadir, todos vamos a partir, unos antes y otros después y ese viaje lo haremos solos, sin compañia de éste plano, venimos solos a la vida y solos nos marcharemos.

Nos dice Platón en una de sus citas: "Cuando la muerte se precipita sobre el hombre, la parte mortal se extingue". La "parte mortal", leámos bien, esa parte material, física, porque la parte espiritual, el alma, lo que nos anima, esa, seguirá viva por siempre.

Y ésta otra cita de Ernest Renan nos dice :"El acto más importante de nuestra vida es la muerte" .
Y por qué debería ser el más importante? porque es el paso a otra forma de vida, es el regreso a nuestra esencia divina, a nuestro hogar, es el final de nuestra misión en éste plano, toda alma desea retornar a su hogar espiritual y concluir la misión de crecimiento y evolución en éste plano material.  

Yo quiero prepararme para el adiós definitivo, quiero sentir cada día que el vivir es maravilloso, quiero dar gracias al Creador por cada minuto concedido, por los instantes de vida y de felicidad, incluso por las lágrimas y los sinsabores, quiero vivir amando y dando lo mejor de mi alma a quien lo requiera, disfrutar el aliento de la vida, las pequeñas cosas, las maravillas de la naturaleza, la música, el amor, la compañia, la sonrisa de los niños, quiero saber que vivo y que estoy en éste plano para hacer de ésta vida de ahora lo mejor que pueda dentro de mi programa de reencarnación, pero también quiero estar lista con el alma tranquila y sosegada en la luz, para cuando deba marcharme, no quiero sentir miedo, no quiero sentir temor, quiero irme en paz, segura, creyendo que iré de vuelta al hogar espiritual de donde provengo y de donde provenimos todos.

"La fuente de todas las miserias para el hombre no es la muerte, sino el miedo a la muerte." Epicteto 

El miedo a la muerte, ese es nuestro peor enemigo en en viaje del adiós. No quiero tener miedo cuando deba partir. Eso es lo que más me asusta del morir.


Pido al Creador que me conceda ese deseo, el deseo de ser un alma en paz y sin miedo cuando deba marcharme, que la Luz me alumbre el camino que debo emprender, el viaje de regreso, que sólo haya calma y sosiego en esa partida, que pueda despedirme de mis seres queridos, y que pueda vivir cada día de mi vida en una eterna despedida, disfrutando los minutos concedidos de vida, valorándolos y sobre todo agradeciéndolos. 

El viaje del adiós debe ser un viaje grato, lleno de luz y armonía, un viaje sin paradas, un viaje donde podamos contemplar desde las ventanas del tren al otro lado, los bellos paisajes de éste mundo, los rostros amados, los que ya han partido y los que aùn esperan por partir, un viaje lleno de calidez, de resplandor, un viaje de regreso al hogar, a ese hogar espiritual desde donde venimos.

Oremos para perder el miedo, que nuestro viaje no tenga al miedo por compañia, que seamos viajeros seguros y confiados, serenos, tranquilos, esperando ver desde la ventanilla de ese tren, ese bello sol que anuncia un nuevo amanecer.

"Cuando mi voz calle con la muerte, mi corazón te seguirá hablando." Rabindranath Tagore

Que la paz y la luz estén con ustedes,
Dina 

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