viernes, 10 de diciembre de 2010

Se acaba el amor o se transforma?

Hoy he estado reflexionando sobre el fin del amor; me refiero a cuando sentimos que hemos dejado de amar a alguien o que ya no le amamos como antes o como cuando le conocimos, sea una pareja o sea una amistad.

Solemos oir decir cuando una relación se termina que se acabó el amor, "es que ya no le quiero o no le amo como antes"; " Se me terminó el amor". A veces pasa que se siente que el amor se termina sin tener una razón evidente para ello, como cuando dejamos de amar a una pareja que no nos da problemas pero que tampoco nos hace feliz, empezamos a sentir una especie de vacio en el corazón que ya no llena la presencia de esa persona, que aunque buena y sincera, no llena nuestro corazón o no lo llena como cuando nos casamos con ella o nos hicimos novio/a de ella.

Y es que la idealización del otro suele ocurrir a menudo, tenemos un prototipo formado de la persona amada y entonces cuando nos parece que hemos dado con ese prototipo comenzamos a sentirnos felices y pensamos que es la pareja ideal, o es ese ideal que esperabamos encontrar, pero los ideales casi nunca por no decir nunca concuerdan con la realidad, el ideal suele ser perfecto, sin errores, sin fallas, y la realidad nos muestra otra cara de la moneda, nos muestra a ese ser que tiene defectos, que es un ser humano normal y corriente y que no es el prototipo que creíamos haber encontrado.

Por eso se dice que idealizar y crearse expectativas demasiado altas en relación a una pareja o en relación a una amistad   suele no ser sano. Debemos ir con la mente abierta y sabiendo que las personas somos seres cambiantes, llevados por las circunstancias muchas veces de nuestro propio mundo personal.

Aceptar a quien escogemos para compartir la vida sin idealizarle nos ahorrará muchos sin sabores. Pero aún sin idealizarle y amandole,  muchas veces ese amor que creímos verdadero se apaga sin aviso, y comenzamos a vagar en un limbo de preguntas sin respuestas: Pero qué ha pasado con nosotros? es que ya no nos amamos? no sentimos como antes....etc, etc...

La decepción suele jugar un papel crucial en el desencanto amoroso, ver como se desmorrona nuestro prototipo y comprobar que en su lugar hay un simple mortal como cualquier otro, es parte del impulso para que se apague ese amor inicial, eso sin contar que la pareja sea maltratadora, o que nos engañe, o que nos haga daño, etc, en esa situación es más comprensible el desencanto y el desamor, pero en éste post me quiero referir a una persona buena, de buenos sentimientos, noble, pero que ya sentimos que no podemos amar más, o que nuestro amor se ha ido apagando.

Eso suele ocurrir  muy a menudo y con ello los sentimientos de culpa, decimos pero es que si no nos ha hecho nada malo, es que no tengo razones para dejarle, o para haberle dejado de amar, qué me ha pasado con todo ese amor que sentía por el/ella?  Y es una situación díficil porque nos lleva replantearnos muchas cosas, nuestra vida en principio y luego la de nuestra pareja, se trata de ver qué hacer, o seguir en aras del beneficio de nuestros hijos, a veces por los niños, frenamos ese impulso que nos lleva a separarnos, pero también debemos pensar en nosotros, en ese vacio que ahora forma parte de nuestra vida, ese vacio donde nos vamos hundiendo día a día y que se va llenando de infelicidad.

Aquí me viene a la mente ese bello poema de José Angel Buesa titulado " Se deja de querer" y que aquí comparto con ustedes:

Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer:
Es como abrir la mano y encontrarla vacía,
y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue.

Se deja de querer, y es como un río
cuya corriente fresca ya no calma la sed;
como andar en otoño sobre las hojas secas,
y pisar la hoja verde que no debió caer.

Se deja de querer, y es como el ciego
que aún dice adiós, llorando, después que pasó el tren;
o como quien despierta recordando un camino,
pero ya sólo sabe que regresó por él.

Se deja de querer, como quien deja
de andar por una calle, sin razón, sin saber;
y es hallar un diamante brillando en el rocío,
y que, ya al recogerlo, se evapore también.

Se deja de querer, y es como un viaje
detenido en la sombra, sin seguir ni volver;
y es cortar una rosa para adornar la mesa
y que el viento deshoje la rosa en el mantel.

Se deja de querer, y es como un niño
que ve cómo naufragan sus barcos de papel;
o escribir en la arena la fecha de mañana
y que el mar se la lleve con el nombre de ayer.

Se deja de querer, y es como un libro
que, aun abierto hoja a hoja, quedó a medio leer;
y es como la sortija que se quitó del dedo,
y sólo así supimos que se marcó en la piel.

Se deja de querer, y no se sabe
por qué se deja de querer...
 
Qué hermosas letras que describen tan bien lo que llegamos a sentir cuando el amor hace sus maletas y se marcha de nuestro corazón. 

Y entonces fantaseamos con un nuevo amor, una nueva vida, una nueva posibilidad de recomenzar, fantaseamos con poder encontrar otra vez esa mirada que nos inunde de paz, que nos haga estallar el corazón de emoción, con ese beso que nos eleve al cielo, ese cielo que deseamos alacanzar de su mano y a su lado y el cual hemos perdido con nuestra pareja.

Y es que el amor se transforma, y entonces decimos a nuestra pareja cuando ya hemos tomado la decisión de separarnos: "Te he dejado de querer pero no tiene nada que ver contigo, no me has hecho nada malo, es que simplemente ya no te amo, no me siento feliz a tu lado, y no es justo que tú estés con alguien que amas pero que no te corresponde, seremos buenos amigos, los mejores, pero es todo lo que puedo ofrecerte", ...les suena conocido éste diálogo?

Entonces el amor se transforma en amistad, si la otra parte acepta claro, y por el bien de los hijos y de todos, logramos comenzar otra vida en armonía y sin cargos de culpa,  sin peleas ni rencores, deseando cada uno que el otro sea feliz y que logre encontrar ese amor que merece y desea.

Pero qué lindo se lee ésto verdad? y que pocas veces ocurre de éste modo.....yo pienso que cuando dos personas llegan a separarse de ésta manera, con conciencia de la situación y sabiendo que si ya uno de los dos o los dos no sienten amor , entonces la unión no tiene sentido de ser, y lo mejor es que cada uno busque o logre lo que desea de modo separado. Es una manera evolucionada de avanzar, de cambiar, de dejarse de querer, sin malos rollos, sin peleas, sin rencores, sin sufrimientos, aclaro que me refiero a relaciones no traumáticas, a relaciones bien avenidas donde el amor se ha terminado de las dos partes o de una sola de las partes.

Quizá sea éste el modo de aprender a terminar una relación donde el amor se ha acabado, pero a veces las circunstancias no ayudan a que sea asi, y las relaciones terminan en batallas campales.

El Amor de pareja  es un sentimiento que se alimenta de ilusiones, de expectativas, de ideales, de sueños, de futuros, de presentes maravillosos, y también debe alimentarse de fuerza, de comprensión, de aceptación, entendimiento, de humildad,  de amistad, de compañerismo, de solidaridad, de sinceridad, el balance de todo ésto hace que el amor sobreviva o al menos que la llama se mantenga encendida, lo contrario hace que ese amor se debilite y termine apagandose lentamente, dejando sólo ese sentimiento de " ...abrir la mano y encontrarla vacía, y no saber, de pronto, qué cosa se nos fue." 

El amor puede terminar transformandose  de modo positivo en cariño, afecto, amistad y concordia ,y también puede transformarse de modo negativo en odio, en rencor, en  tristeza, en soledad, en desazón, etc..todo dependerá de cómo nosotros lo enfoquemos, lo entendamos y sobre todo de cómo nosotros podamos evolucionar con esa transformación, para mi nunca se termina un amor sincero y auténtico, se transforma en amistad, en cariño y en bellos recuerdos, en una etapa más de la vida que nos lleva a crecer y a avanzar en el camino de nuestra evolución.

Les dejo un abrazo en la luz, 

Dina 

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