martes, 30 de noviembre de 2010

Nuestro Angel Guardián

Creo que casi todos  hemos escuchado de niños hablar del Angel de la Guarda, al menos los cristianos principalmente.
Yo recuerdo que mi madre antes de dormir nos enseñó a decir la oración al Angel de la Guarda, que decía asi:

"Angel de mi Guarda, dulce compañia
 no me desampares ni de noche ni de día, 
no me dejes solo/a  que me perdería.
Amén."

Y recuerdo que mi hermana y yo, con una imaginación siempre más fantasiosa que otra cosa, agregabamos al final de la oración...."en manos del lobo que me comería". Pienso que eso del lobo lo agregabamos por el cuento de Caperucita y el lobo feroz, que no puedo dejar de decir que siempre me causó una gran impresión de niña. Para nosotras el lobo feroz era la personificación de todo lo malo, era lo peor que nos podía pasar, caer en manos del lobo y perecer en sus fauces como la abuelita de Caperucita.

Lo cierto es que crecimos creyendo en ese ángel protector que cuida nuestros pasos y al cual podemos acudir siempre en caso de necesidad, incluso de grandes seguimos creyendo en él.

Se cuenta que cada persona al nacer trae su ángel asignado, su ángel protector, el que nos guia desde el otro lado u plano, y es el mismo que nos viene a esperar a la hora de la muerte para ayudarnos a cruzar hacia ese plano de luz de donde venimos y a donde todos regresaremos luego de cumplir nuestro tiempo en ésta tierra material.

Todos tenemos un ángel que nos cuida, seamos o no bautizados, seamos o no cristianos, no depende de nuestra religión, sino del Plan Divino que tiene el Creador, Dios, o como deseen llamarle.

Sabemos que ya los griegos entre ellos Platón ya hablaba de los ángeles guardianes, también los menciona Jesús, la Biblia se refiere a ellos en muchas ocasiones,  se dice que los " hombres justos gozan de ángeles protectores" y en el Evangelio de San Mateo (18:10) ya Jesús comenta que existen ángeles que custodian a los niños. Estos ángeles son enviados por Dios y le es asignado uno a cada persona al nacer.

Los ángeles tienen papeles importantes asignados en la Biblia, son mensajeros, anunciadores, guerreros, protectores, sanadores, etc..

El Angel de la Guarda es ese que nos acompaña desde nuestro nacimiento y lo sigue haciendo de adultos. Pero no puede intervenir en las decisiones de los hombres, ellos respetan el libre albedrío de cada ser humano. Yo creo que son una especie de guía en nuestro mundo material.

Historias de ángeles hay muchas, es decir testimonios de cómo han ayudado a personas, de cómo han protegido la vida de muchos, inclusive la mía.

Recuerdo que una vez estando embarazada de mi hija, había ido yo a un Centro Comercial a comprar algo, ya estaba bastante avanzada en el embarazo, entonces fuí a bajar unas escalinatas, y no sé cómo resbalé, cayendo hacía atrás de espaldas, todo pasó tan rápido, sólo recuerdo que al sentirme en el aire cayendo de espaldas, sólo atiné a pensar: Ay Angel de mi Guarda, protégeme, no me dejes caer!!! y como algo milagroso, sentí una fuerza que me detuvo la caida y me enderezó el cuerpo sobre el pavimento, caí sobre mis dos pies, logrando mantener el equilibrio. Se imaginarán con una barriga de ya ocho meses, que la tenía tan grande y pesada,  no sé explicarles ésta experiencia, ni porqué dije yo eso al sentir que me caía, porque si es cierto que nunca he dejado de creer en mi Angel de la Guarda, en ese entonces no solía invocarle, ni pedirle auxilio para nada. 
El susto que sentí al verme cayendo hacía atrás, pensando que podía golpear mi cabeza contra las escaleras, y luego decir esas palabras en un segundo, y sentir esa fuerza que me sostuvo en el aire y me colocó sobre el piso derecha sobre mis pies, es algo que nunca olvidaré ni dejaré de agradecer.

Asi como tuve yo ésta experiencia, otros han tenido también experiencias parecidas,sobre todo los niños suelen verles, a sus ángeles, recuerdo haber escuchado el caso de un niño de unos 4 años que estaba jugando y resbaló y su cabecita iba casi a pegar con la punta de una mesa que había en la sala, de esas mesas de centro, la madre que estaba cerca corrió para evitar que se golpeara, pero no podía llegar a tiempo, el golpe era inevitable, sin embargo pudo ver como el niño se detenía en el aire y luego se sentaba suavemente sobre el piso, sin llegar nunca a impactar contra la mesa, la madre al llegar donde él, le abrazó, dando Gracias a Dios porque no había sufrido ningún daño, y entonces el niño le dijo: "Mami la señora vestida de blanco me cargó cuando me estaba cayendo....ella me puso en el piso", la madre por supuesto no entendía nada, el niño insistía en que era una señora vestida de blanco, muy bonita que le había tomado en brazos para que no se golpeara. Su Angel de la Guarda?  Posiblemente y es casi seguro que asi fue.

Los ángeles son seres de luz, seres espirituales, que nos acompañan y que tienen misiones que cumplir en éste plano, desde el comienzo de los tiempos han jugado un papel muy importante en la historia de la humanidad. Según la tradición cristiana los ángeles son mensajeros de Dios, están a su servicio, son intermediarios entre Dios y los hombres, no solamente el cristianismo nos habla de los ángeles , también el judaísmo e incluso en el Islam se mencionan a los ángeles como seres hechos de luz que sirven a Dios.
Lo cierto es que todos tenemos ese ser de luz que nos guia y acompaña, que nos cubre y protege con sus alas, que cuida nuestros pasos, asi no le invoquemos ni pensemos en él, está siempre cerca.
Después de todo, cada ser humano lleva siempre un niño en su corazón, un niño que lleva consigo la màgica compañia de su Angel Guardían, ese ser espiritual que nos cuida siempre y que nunca nos abandona, por algo dice el Maestro Jesús en el Evangelio de San Mateo:

"En aquel tiempo se acercaron a Jesús los discípulos y le dijeron: «¿Quién es, pues, el mayor en el Reino de los Cielos?» Él llamó a un niño, le puso en medio de ellos y dijo: «Yo os aseguro: sino cambiáis y os hacéis como los niños, no entraréis en el Reino de los Cielos. Así pues, quien se haga pequeño como éste niño, ése es el mayor en el Reino de los Cielos. Y el que reciba a un niño como éste en mi nombre, a mí me recibe. «Guardaos de menospreciar a uno de estos pequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de mi Padre que está en los cielos. ¿Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas y se le descarría una de ellas, ¿no dejará en los montes las noventa y nueve, para ir en busca de la descarriada? Y si llega a encontrarla, os digo de verdad que tiene más alegría por ella que por las noventa y nueve no descarriadas. De lamisma manera, no es voluntad de vuestro Padre celestial que se pierda uno solo de éstos pequeños."

Asi pues no perdamos a nuestro niño interior, ese que nunca hemos dejado de ser, recordemos a nuestro ángel, síntamos su presencia, nosotros también somos seres de luz, y como tales, también pertenecemos a ese Reino de los Cielos, es nuestro hogar, de donde venimos y dónde siempre retornaremos.
Que su Angel de la Guarda siempre les proteja.

Les dejo con un abrazo en la luz,

Dina