Desde la tristeza

La tristeza forma parte de las emociones humanas, es un sentimiento de desolación y a veces de angustia. No hay tristeza sin razón o lo que es lo mismo es díficil estar triste sin un motivo. Nuestros motivos para estar tristes pueden ser variados, como la pérdida de un ser querido, el fin de un amor o una amistad, el no lograr una meta o propósito, el sentirnos solos y abandonados, una desilusión, etc...

La tristeza es la contrapartida de la felicidad, los momentos ininterrumpidos de felicidad no existen, la felicidad es como una colcha que vamos fabricando de retazos de buenos momentos, esos buenos momentos son alternados con otros no tan buenos como los de tristeza.

La tristeza nos permite conocer mejor la felicidad y saber apreciarla, cuando hemos tenido momentos francamente tristes y luego vivimos momentos felices, entonces la felicidad cobra un valor inusitado ante nuestros ojos, podemos apreciarla mejor y disfrutarla más. Lo que no quiere decir que para ser felices debamos sentirnos tristes antes. Sólo que si hemos sentido alguna tristeza por alguna razón y luego esa razón cambia para bien ante nuestros ojos, esa dicha será una dicha mucho más radiante y sentida.

Expresamos nuestra tristeza a través del llanto, el llanto que todo lo purifica, el llanto que está compuesto de lágrimas y las lágrimas no son sino agua, y el agua recuerden ustedes es el componente vital de la existencia, la mágica y apreciada agua,  no sé si el Dr. Masaru Emoto ha hecho la prueba de tomar unas lágrimas y congelarlas para ver qué tipo de cristales forma. Sería interesante constatar ésto. Las lágrimas de tristeza son producto de un corazón dulce y noble, es muy díficil ver llorar a personas que tienen el corazón endurecido, pero pudiera ser que un milagro obrase en ellos el poder llorar con sentimiento y verdad, entonces esas lágrimas saldrían de un corazón reblandecido y serían purificadoras y transformadoras.

Lloramos de tristeza pero también lloramos de felicidad, el llanto es una expresión que va íntimamente ligada a ambas emociones, el agua de las lágrimas que compone el llanto de tristeza y el llanto de felicidad, es por igual agua vivificadora y especial.

Se llora de arrepentimiento y también son lágrimas hermosas las que brotan de ese sentimiento.... toda lágrima que nazca del corazón desde un noble sentimiento, son agua de vida y llenas del alma de quien las deja salir.

La tristeza se expresa con lágrimas, con silencio, sin palabras, y es desde las tristeza que los poetas han podido encontrar la musa más hermosa para sus creaciones literarias, dicen que las mejores poesías son aquellas escritas con la tristeza en la pluma y yo lo creo así. Lo he vivido de ese modo.

La tristeza es sanadora del alma y el corazón, mientras no se transforme en depresión, porque el riesgo de la tristeza es la transmutación en depresión, entonces ya ha dejado de ser simple tristeza para convertirse en otro estado alterado de las emociones, uno que no es para nada sano. 

Debemos de cuidar que nuestra tristeza no se transforme en depresión, vivir la tristeza desde la óptica del sano sentir que nos hará desahogarnos con el llanto, para luego poder ver mejor la vida, es siempre algo bueno. Resurgir de la tristeza después de haberla sentido es renovar esperanzas y creer que vienen tiempos de alegría.

Llorar es bueno para el alma, limpia nuestros canales energéticos y nos dispone de nuevo para enfrentar la vida con optimismo y determinación. No debemos huir de la tristeza como si de algo muy malo se tratase, es otro sentimiento más del ser humano, y debemos aprender a verlo como un sentimiento que nos permite el desahogo, la reflexión, la toma de conciencia, y nos limpia el corazón asi como la lluvia limpia la tierra después que cae. 

Yo siento que la lluvia cuando es sólo lluvia que no causa estragos sino que alimenta las plantas, reverdece la naturaleza, ayuda al medio ambiente, es como las lágrimas que dejamos brotar de nuestros ojos para purificar nuestro corazón cuando estamos tristes.

La melancolía que acompaña a la tristeza le da a ésta un aire de belleza, porque hay tristezas hermosas, inspiradoras, mágicas, serenas, es el encuentro en soledad con uno mismo, el poder estar con nuestro interior y asi crecer y fortalecernos.

Músicos  y compositores famosos han creado hermosas obras en honor a la tristeza....esa tristeza sublime, hermosa, la que transforma y purifica, la que nos hace ser humanos, muy humanos y valorar la vida y la felicidad.

Chopin y su Tristesse - Canción del Adiós

http://www.youtube.com/watch?v=RQt27s6RaX0 

Definitivamente hermosa!

Cuando inevitablemente nos visite la tristeza, aprendamos a sentirla desde su belleza, usemos su presencia para encontrarnos con nosotros mismos, usémosla para crecer,  transformémosla en algo positivo, aprendamos desde ella a valorar la alegría y la felicidad para volver a ellas con el corazón lleno de esperanza.

Les dejo un abrazo en la luz,


Dina