Me viene a la mente escribir un poco sobre la " aceptación", que se define como la acción y efecto de aceptar, aceptar algo que nos sucede, algo que nos pasa, sobre todo cuando no podemos cambiar la situación ni hacer nada al respecto.
Bajo ninguna circunstancia podemos aceptar situaciones y personas que nos hagan daño para nuestro crecimiento espiritual, si está en nuestras manos revertir la situación o simplemente rechazar lo que nos afecta, entonces debemos hacerlo pensando en nuestro bienestar. Por ejemplo si nos casamos con una persona maltratadora, no debemos aceptar esa situación, porque atenta contra nuestra dignidad y respeto propio y está en nuestra manos poder cambiar nuestra vida. Todo aquello que atente contra nuestra integridad moral, espiritual y física no estamos obligados a aceptar, es más no debemos aceptarlo.
Ahora bien hay una aceptación que es necesaria aceptar y valga la redundancia, que es esa de cuando no podemos cambiar las cosas o situaciones porque está más allá de nuestro control, por ejemplo la muerte de un ser querido o si padecemos una enfermedad y debemos hacer un reposo o tratamiento para curarnos, debemos aceptar los consejos del médico, los cuidados de la familia, etc, asi eso nos haga sentir limitados, frustrados, etc....cuando yo parto de la aceptación eso es el primer paso para la sanación, si yo tengo cierta tolerancia con estas situaciones, como una larga convalecencia que no me permite hacer las cosas que hacia antes, como correr, bailar, nadar, etc, debo entonces aceptar que es algo transitorio y que pasará, y que si yo sigo las pautas indicadas como debe ser, estaré bien en poco tiempo o en un largo tiempo, como sea necesario, pero al final sanaré. Esta parte de la aceptación es muy díficil para muchos, quienes al padecer un accidente o enfermedad y estar convalencientes no pueden entender que deben cuidarse para sanar y que no se pueden saltar las pautas del médico sin que ello ponga en riesgo nuestra curación. Tomar medicamentos, ponerse inyecciones, hacerse exámenes molestos o dolorosos, quimioterapias, radioterapias, no es nada fácil para quienes deben seguir estos tratamientos, pero si es la opción que hay para sanar y estamos de acuerdo en que deseamos sanar, entonces hay que aceptarlo y hacer lo mejor que se pueda. Ahora bien hay enfermos terminales que no desean aceptar tratamientos que a lo sumo les alargarán la vida unos meses pero les quitarán la calidad de vida, entonces queda de ellos decidir si desean aceptarlos o no, ese es su derecho.
También hay una aceptación de los errores nuestros y de los demás, ese aprender a reconocer que somos seres humanos imperfectos, que por más que digan que somos copia de Dios que es perfecto, nosotros estamos en este plano para aprender a perfeccionarnos y tender parecernos a Dios en eso, para los que creen en Dios, para superar nuestras imperfecciones o errores que cometemos debemos partir por aceptarlos, cuando aceptamos que los hemos cometido entonces estaremos dando el primer paso para su superación, si yo acepto que soy alcohólica, eso es bueno, porque el aceptarlo me está mostrando de frente una realidad que yo misma he creado y que yo misma puedo revertir si asi lo quiero y me lo propongo, lo mismo con cualquier vicio dañino que tengamos, o con cualquier falla de carácter, como ser agresivo, malhumorado, violento, etc...al aceptar que somos asi o que padecemos de ello hará que hagamos que esa realidad sea parte de nosotros y entonces será algo tangible que enfrentar y no un fantasma creado por los otros para torturarnos como nos puede decir nuestro Ego.
También debemos aprender a aceptar a los otros como son, con sus defectos y virtudes, hay un dolor que se genera por la gran falta de aceptación que hay en la sociedad hacia los demás, los demás que no son como nosotros somos o como nosotros queremos o idealizamos, si alguien es diferente entonces es catalogado de raro, extraño, desviado, etc, y hasta pueden generarse conductas discriminatorias y agresivas como de acoso hacia estas personas. Debemos partir de la aceptación de que todos somos distintos, cada quien es como es, como las circunstancias de su vida lo hicieron o moldearon o como ellos desearon ser.....y debemos entonces aceptar esa realidad del otro, la vida está hecha de diversidad, y en la diversidad hay evolución, entonces aprender a aceptar al otro como es, será un gran paso en nuestro aprendizaje y evolución personal, pero si podemos ayudar para que ese alguien mejore, en el caso de que veamos que padece algún vicio o algo que le daña, entonces nunca estaría de más un consejo y una ayuda.
No es nada fácil esto de la aceptación, hay una frase de San Francisco de Asís que dice: "Señor concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar, valor para cambiar aquellas que puedo y sabiduría para reconocer la diferencia."
Es una frase muy acertada, porque nos muestra que no es nada fácil esto de poder reconocer cuándo no se pueden cambiar las cosas y cuándo sí, he ahí la necesidad de aprender a ser sabios, sabios para las cosas simples, para nosotros mismos, para saber discernir lo justo y verdadero.
Ya lo decía Einsten, " Una vez que aceptemos nuestras limitaciones, iremos más allá de ellas", y es asi, para avanzar hay que aceptar, y esta frase de Carl Rogers lo plantea muy bien: "La curiosa paradoja es que cuando me acepto tal como soy, entonces, puedo cambiar".
Recordemos que somos nosotros los que creamos nuestra realidad y en nosotros está el poder y la fuerza para poder cambiarla si nos hace felices o desdichados esa realidad. Pero hay que partir de la aceptación para poder cambiarla, de aprender a reconocer lo que está mal, entonces podremos poner nuestro empeño en cambiar. No olvidemos que hay que ir de mano de la paciencia también porque todo cambio requiere paciencia, la paciencia es esencial para poder lograr cambiar eso que no nos gusta, todo tiene un tiempo y un proceso, tolerancia y paciencia con algunas cosas y situaciones es la clave de ayuda para el cambio.
Lo que nunca debemos aceptar como ya se los dije antes es todo aquello que atente contra nuestros valores, principios, dignidad y humanidad. Seamos auténticos, aprendamos a partir de la aceptación para poder evolucionar y poder ser cada ver mejores seres humanos.
Les dejo un abrazo en la luz,
Dina
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